domingo, 1 de junio de 2008

Reportaje a Woody Allen: "Soy un hombre torturado pero sencillo"

WOODY ALLEN / DIRECTOR DE CINE

«Soy un hombre muy torturado, pero sencillo»


BEATRICE SARTORI

BARCELONA.- Al igual que todas las Navidades de los últimos tres años, Woody Allen pasó por España un vez más en diciembre. Concretamente, ayer día 20, un día después de conmemorar un año de su boda veneciana con Soon-Yi y acompañados de su hija Betchel, para hablar de su última película, Sweet and Lowdown, que se estrenará en febrero.

Allen acudió acompañado de su mujer y su hija, su hermana Letty Aronson e hija, productora de sus filmes, lo cual desdice la máxima vital de su penúltimo héroe fílmico, el mítico guitarrista de jazz ficticio de los años 30 Emmet Ray, de que el artista debe estar solo.

Usted viaja con una gran familia ahora.

Aunque mi vida privada ha sido analizada al máximo en los últimos años, debo confesarle que no ha variado en nada. Soy una persona muy fácil, de gustos mínimos y rodeado de amigos que saben que de lo que más disfruto es de una buena conversación, una cena ligera y un paseo por la calles. El trabajo siempre ha absorbido mi vida, pero en cada momento el cine lo ha sido todo. Soy la persona más fácil y accesible del mundo.

¿Qué opina del ingreso de su hijo Satchel Allen (Seamus Farrow) entre los superdotados en la Universidad de Massachussets a los 12 años?

La única verdad es que puedo decir que es un niño maravilloso. Mia Farrow es una mujer extremadamente inteligente. Es un niño superdotado del que me maravilla lo que le ha ocurrido desde el punto de vista educacional.

¿El punto de vista emocional es muy diferente?

Desde el punto de vista emocional, el río por el que navegar está lleno de meandros y peligros. Espero que el niño [Woody Allen no menciona a Satchel, rebautizado Seamus] no sea aislado y le sea permitido por completo el desarrollo normal frente a gente de su edad.

¿Cree que ha heredado su cerebro?

Es un niño muy afortunado, porque creo que ha heredado la belleza y la inteligencia de su madre. ¿Ha visto lo guapos que son los Farrow? El tiene una familia maravillosa, que afortunadamente no se parece en nada a mi familia. En todo caso, y eso es lo que espero de todo corazón, lo que le va a ocurrir es que mantendrá una relación saludable con niños de su edad. Yo mantengo los dedos cruzados para él, desde luego.

Su nuevo personaje, el guitarrista de ficción Emmet Ray, ¿es una nueva vuelta de tuerca acerca del artista que lleva forjando en 30 películas?

Este lo concebí hace 30 años, al comienzo de mi carrera en el cine. Lo he estado reescribiendo porque era muy malo, un desastre como personaje, durante dos décadas, hasta que algo muy íntimo y delicado hizo ¡clik! y lo convirtió, de un Quasimodo, en alguien muy atractivo.

¿Qué favoreció ese '¡click'!?

Fue hace cinco años, algo que estaba ya más allá de la «búsqueda del alma» que presumen que lleva dentro el cine de Bergman, algo que yo busco. Siempre estoy buscando eso, pero el entretenimiento, también. Mire, tanto Bergman como Fellini como yo, vamos a decir, siempre estuvimos buscando el entretenimiento. Si no, estaríamos muertos. Tanto si buscamos el entretenimiento en una historia existencialista del siglo XIX o una lucha religiosa del XIV, tenemos que ofrecer entretenimiento. Mi primera idea al concebir una película es el entretenimiento.

Su nuevo héroe, el segundo mejor guitarrista del mundo del jazz, Emmet Ray, es un héroe de ficción basado en leyendas de verdaderos iconos de la música.

Vivo obsesionado por la música de jazz desde niño. Para mí, los gigantes del jazz han sido Louis Armstrong, Django Reinhardt y Sidney Bechet. Yo mismo, e incluso mis padres, estuve particularmente hechizado por ellos en mi niñez.

¿Hasta qué punto podría decir «Emmet Ray soy yo»?

No podré negar a estas alturas que el artista retratado en tantas películas soy yo. Déjeme decirle que soy un hombre muy torturado, pero sencillo. Todas las mañanas, el que se encuentra bajo la ducha es alguien que se enfrenta al espejo y se encuentra con un tipo de edad avanzada con un cierto talento para hacer películas. No me considero otra cosa bajo la ducha que un trabajador. No tengo el talento ni siquiera de un artista. Soy sólo un trabajador del arte que lo intenta duro.

Traduzca el significado de «Sweet and Lowdown».

Es una frase musical jazzística que se refiere a los altos y los bajos. En la película, el «Sweet» se refiere a la dulzura introducida por el personaje de Hattie, la muda que ama sin barreras y condiciones al protagonista. Y el «Lowdown» se refiere a lo sucio, sensual y sexual, que lleva el personaje masculino de Emmet. Las dos cosas complacen, paradójicamente, a la naturaleza humana. Y, aparte de la música, son dos sentimientos que llegan al corazón de la audiencia.

¿Existió Emmet Ray en realidad?

No, he querido aunar en él diversas leyendas e historias embellecidas del acervo jazzístico de los primeros tiempos.

¿Por ejemplo?

De Django Reinhardt tomamos su afán por observar trenes en marcha y el que apareció en público en una luna decorada de purpurina; de King Oliver, el gran trompetista de Nueva Orleans, que portaba pistola nacarada; de John Big Morton, el pianista sureño, que fue un macarra explotador de un harén de mujeres. Cogí muchas leyendas traspasadas oralmente para embellecer este personaje.

¿Y de sí mismo?

Soy ese músico que ensaya y trata de conseguir las mejores escalas. Trato de mejorar un retrato de artista múltiple. De hecho, creo que Emmet es uno de mis más satisfactorios personajes en mi conquista de crear un retrato de artista. Vengo de una tradición artística de teatro, en la que el personaje es lo más importante. Creo que he logrado hacer de Emmet un personaje real. Muchas veces antes me he sentido fracasado.

¿Es un nuevo cómico del fracaso el protagonista de su siguiente película, «Small Time Crooks», en la que se ha autodirigido junto a Hugh Grant y Michael Rapaport?

Digamos que no... es un lavador de platos que da el golpe de su vida y se convierte en un hombre rico. Los problemas surgen cuando no sabe cómo dosificar su dinero.

¿Cuál será el reto?

Es una película mortalmente cómica. Y el reto es que si no es divertida, morirá.

Entrevistarle es siempre algo desesperante por su humildad y falta de pretensiones.

Me pasan dos cosas paradójicas. Cuando en las entrevistas trato de ser realista, piensan que soy humilde. Y cuando hablo en términos realistas..., piensan que soy cínico. [Risas]. En ambos casos, no pienso en mí como alguien humilde ni cínico, sino sencillamente como un ser racional humano.

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