domingo, 1 de junio de 2008

Woody Allen afirma que los 70 años no le trajeron más sabiduría

LOS ANGELES (Reuters) - Woody Allen aseguró que el escándalo de 1992 que rompió su relación con la actriz Mia Farrow y le llevó a casarse con su hija adoptada, Soon-Yi Previn, fue uno de los momentos más afortunados de su vida.

En una rara entrevista que publica esta semana la revista Vanity Fair, el solitario director ganador de un Oscar se otorgó una calificación de "notable" por el conjunto de su obra y lamentó no haber hecho películas tan buenas como "8 y medio" o "El séptimo sello."

También dice que ha aprendido poco o nada con la edad.

"Toda la porquería que te cuentan sobre (...) tener alegría, adquirir un tipo de sabiduría en tus años dorados, son todo bobadas," dijo Allen, que cumple 70 años el 1 de diciembre.

"No he ganado en sabiduría, perspicacia, madurez. Hoy cometería los mismos errores de nuevo."

Allen explicó que el descubrimiento que realizó Farrow de las fotos de Soon-Yi desnuda que guardaba en su apartamento fue "uno de los acontecimientos fortuitos, uno de los mayores golpes de suerte en mi vida."

El affair de Allen con la hija coreana que Farrow había adoptado con su ex marido, el presentador Andre Previn, puso fin a una relación que duró una década. La actriz acusó a Allen de abusar de otra hija que habían adoptado juntos.

Fue absuelto de los cargos, pero su reputación quedó empañada. Se casó con Soon-Yi en 1997, algo que reconoce, a posteriori, que parecía improbable.

"Si alguien me hubiera dicho cuando era joven: 'Vas a acabar casado con una chica 35 años más joven que tú y coreana, fuera del negocio del espectáculo' (...) hubiera dicho: 'Estás completamente loco."'

Aunque dice que su matrimonio con Soon-Yi tiene "un sentimiento más paternal" considera su diferencia de edad un activo porque reduce el conflicto.

"Cuando no estamos de acuerdo, nunca es algo opuesto. No siento que estoy con una persona hostil o amenazante," dijo. "Es serena, tiene confianza en sí misma y dirige la casa, los niños y nuestra vida."

Pese a su amarga ruptura, Allen insiste en que no guarda rencor profesional a Farrow e incluso sugirió hacerle una prueba como su mujer en "Poderosa Afrodita" justo después de que estallara el escándalo. Atribuye la idea a la separación que mantiene entre su vida personal y profesional.

"No soy el tipo de persona que piensa: 'Me hiciste algo terrible en la vida y no voy a trabajar contigo," dijo. Por otro lado, añadió: "Ya sabe, no le daría a Hermann Goering un papel."

En cuanto a su carrera como director, durante la que ha ganado un Oscar por "Annie Hall," dijo que sus películas no llegan a la categoría de maestros como Federico Fellini, Ingmar Bergman o Akira Kuosawa.

"Siento que ese nivel de grandeza no está en mí," dijo. "Puede que no esté en los genes, o simplemente no tengo (...) la profundidad humana para hacerlo."

Terra/Reuters

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